Laudatio realizado por el Dr. Miguel Gelabert González el día 16 de Junio de 2022 con motivo de la entrega de la Medalla de Honor de la Academia Médico-Quirúrgica de Santiago de Compostela al Dr. Ramón Martínez-Rumbo.
Buenas tardes:
Sr. Presidente de la Academia
Médico-Quirúrgica de Santiago de Compostela,
Srs. Miembros de la Junta Directiva
Prof. José Martín Carreira,
vicedecano de la Facultad de Medicina y Odontología.
Dra. Enriqueta Rivas,
Vicepresidenta del Colegio Oficial de Médicos de A Coruña.
Prof. Martínez Mendizabal
Drs. García Allut y Ángel Prieto.
Dr. Martínez-Rumbo, Cristina,
Natalia, Sres y Sras.
Es un placer para mí tener la
oportunidad de exponer los méritos personales y profesionales del Dr. Ramón Martínez
Rumbo para recibir la máxima distinción de la Academia Médico-Quirúrgica de
Santiago de Compostela. En primer lugar, y antes de iniciar mi disertación,
quiero agradecer la invitación de la Junta Directiva de esta docta corporación,
para pronunciar esta laudatio del Dr. Martínez-Rumbo; no solo es un deber
Hipocrático, sino también un gran honor para mí proferir estas palabras que
emanan más del corazón que del raciocinio.
Una laudatio o elogio siempre debe
resultar fácil de hacer, en la medida en que, por definición, se realiza en
honor de quien reúne infinitamente más méritos, y es bastante más conocido que
quien intenta su alabanza, pero para mí escribir estar breves palabras tienen
un gran significado después de haber trabajado y aprendido al lado del
homenajeado durante más de 30 años.
Conocí al Dr. Rumbo cuando yo
cursaba el último año de la licenciatura de Medicina y él impartía
conjuntamente con el Prof. Reyes la Patología Quirúrgica III, asignatura en la
que se encuadraba la referente a las enfermedades del sistema nervioso. Recuerdo
su entrada en el aula y enseguida me hice la pregunta ¿Qué hace aquí mi vecino
del sexto?, ya que desde hacía unos meses éramos vecinos de edificio y hoy 45
años después seguimos siéndolo. Pero bueno, no estoy aquí para hablar de mí, sino
de nuestro homenajeado Moncho Rumbo, como él quería que lo llamásemos.
Nunca supe muy bien cómo definirlo,
si como un compostelano nacido en A Coruña o un Coruñés residente en Santiago,
ya que siempre ha sabido conjugar a la perfección las idiosincrasias de cada
ciudad queriendo y respetando a las dos urbes y sentirse cómodo en los
diferentes ambientes de una u otra ciudad.
El Dr. Rumbo nació en A Coruña un
14 de agosto de hace ya algunos años, realizó sus estudios primarios y
bachillerato en A Coruña, hasta el momento de ingresar en la Facultad de
Medicina, motivo por el cual se traslada a Santiago donde ya se encontraba su
hermano mayor Antonio, y se licencia en 1963. En 1960 siendo alumno de la
licenciatura entabla relación con el Prof. Reyes un neurocirujano desconocido
en los ambientes médicos y quirúrgicos de la ciudad y recién llegado de
Barcelona donde se había formado con el prestigioso Neurólogo y Neurocirujano
Tolosa Colomer en el Instituto Neurológico y Municipal de Barcelona. El Dr.
Reyes ante la ausencia de médicos residentes se surtía de ayudantes entre los
alumnos de los últimos años de la licenciatura entre los que estuvieron:
Gonzalo Pintos, Alberto Fernández Serrats, José Ramón Ricoy, Jesús Calle y el
propio Dr. Rumbo y otros muchos que después se decantaron por diferentes ramas
de la medicina o de la cirugía.
El trabajo con el Prof. Reyes no
era fácil ya que se trataba de una persona incansable, tremendamente trabajadora
que debía abrirse camino en una pequeña ciudad, muy conservadora e inicialmente
reacia a los cambios que poco a poco, se iban produciendo en la medicina, pero
sobre todo en la neurocirugía.
Acabada la licenciatura el Dr.
Rumbo decide hacer una estancia en el extranjero y se traslada a Montreal donde
permanente los años 67 y 68 en el Hospital Notre-Dame donde conoce las más modernas
técnicas quirúrgicas del momento, los inicios de la cirugía vascular cerebral,
las diferentes técnicas de abordaje al raquis para la hernia de disco, así mismo
adquiere una sólida formación en neurocirugía pediátrica, conocimientos que desarrolla
e introduce en Galicia una vez que retorna a Santiago de Compostela. Realizó
otras muchas estancias y rotaciones en Paris, Burdeos, Ámsterdam, etc.
A su regreso el trabajo es
agotador, no existían servicios jerarquizados de neurocirugía por lo que debían
atender pacientes Neuroquirùrgicos por toda la comunidad gallega.
No era raro operar por la mañana en Santiago, seguir por la tarde en Lugo y finalizar consultado por la noche en cualquier otra ciudad o pequeño pueblo de la comunidad autónoma.Enseguida fue labrándose un nombre y un prestigio como con hábil cirujano, con amplios conocimientos no solo de neurocirugía sino también en neurología y sobre todo en neuroradiología, ya que ante la ausencia de neuroradiologos, nuestros colegas, debían practicar personalmente las exploraciones específicas.
En el año 1972 se inaugura el
Hospital General de Galicia y el Dr. Rumbo es nombrado Jefe de Sección de
Neurocirugía. Enseguida el Servicio empieza a crecer con la llegada de los
primeros residentes los Drs. Vicente Bastida, Francisco Muñoz, Suso Quintana, pero
también se refuerza tecnológicamente con las instalación de un neurocentrix
dispositivo específico para estudios neuroradiológicos y posteriormente de una
tomografía computarizada que llegaría en 1982. Fueron años de un trabajo agotador y si algo destacaría
de esa época era su gran capacidad de trabajo y sus ganas de innovar.
En el año 1992 al jubilarse el
Prof. Reyes es nombrado Jefe de Servicio de Neurocirugía y poco después empieza
a hablarse de la construcción de un nuevo hospital, situado a las afueras de la
ciudad. El Dr. Rumbo supo aprovechar la oportunidad que se le presentaba para
modernizar el servicio tanto en personal, pero sobre todo en tecnología,
haciendo una transición neuroquirúrgica del siglo 20 al 21 disponiendo de la
más moderna tecnología y situándonos en la vanguardia tecnológica nacional.
Pero en opinión personal creo que,
si de algo debe estar orgulloso el homenajeado, es por un lado el numeroso
grupo de neurocirujanos que nos hemos formado y crecido a su lado. Desde el punto de vista quirúrgico, fue la
creación de las unidades de Cirugía de la epilepsia refractaria, de la Cirugía
de los trastornos del movimiento, y la unidad de radiocirugía, proyectos que
fueron posibles gracias a su liderazgo personal sabiendo aunar la colaboración
entre numerosos servicios, como neurología, neurofisiología, neuroradiología,
psicología, medicina nuclear, radioterapia y radio física, pero también de los
equipos directivos del Hospital y de numerosos gestores de la sanidad Gallega.
La cirugía de la epilepsia arranca en octubre de 1997 con la realización del primer registro video-encefalografico y la primera intervención en enero de 1988. La unidad fue reconocida como CESUR en el año 2011 y hasta la fecha lleva tratados quirúrgicamente más de 450 pacientes epilépticos. La unidad de la cirugía de los trastornos del movimiento realiza su primera cirugía el 3 de abril del año 2000 siendo también reconocida como CESUR en el año 2012 habiendo realizado hasta la fecha más de 400 implantes cerebrales. La unidad de radiocirugía estereotáctica empezó a funcionar el 26 de julio del año 2004 y fue el resultado de una gestión personal de nuestro homenajeado ante la presidencia de la Xunta de Galicia y la entusiasta colaboración de la Profesora Mari Carmen Porto recientemente fallecida. Próximamente trataremos en esta unidad al paciente número 1000.
Además de su actividad quirúrgica
el Dr. Rumbo llevó a cabo una importante actividad científica y divulgadora de
la neurocirugía, ha sido hasta su jubilación profesor de neurocirugía de la
USC, ha presentado comunicaciones y ponencias en un gran número de congresos
nacionales e internacionales y participó como autor en más de 100 publicaciones
de libros y revistas.
Participó en el año 1979 en el
comité organizador en Santiago del Congreso de la Sociedad Española de Neurocirugía
y posteriormente en el año 2002 fue presidente del Comité Organizados del
congreso nacional de la misma Sociedad, donde tuve la oportunidad de ser su
secretario y a donde acudieron los más relevantes neurocirujanos del momento tanto
nacionales e internacional.
Es miembro de numerosas sociedades
científicas como la SENEC, las francesas de neurocirugía y Gieda de Raquis, es miembro
fundador de las Sociedades Española de Neuroraquis y de la Gallega de
neurocirugía de la cual también fue presidente
Y para finalizar esta breve
laudatio me gustaría reconocer públicamente mi admiración personal y
profesional al Dr. Rumbo por los 30 años de trabajo conjunto y que quiero
agradecérselo con unos versos del escritor alemán Bertolt Brecht:
“Hay hombres que luchan un día y son buenos
Hay otros que luchan un año y son mejores
Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos
Pero los hay que luchan toda la vida: esos son los
imprescindibles”.
Muchas gracias Moncho.
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