NADIE TIENE DERECHO A OBLIGAR AL SUFRIMIENTO
El diario EL PAIS en su edición
de hoy publica una carta abierta al ministro Gallardón dirigida por el
neurocirujano infantil Javier Esparza.
El Dr. Esparza dirigió durante 2
décadas el servicio de neurocirugía infantil del Hospital “Doce de Octubre” de
Madrid, sin lugar a dudas el centro más prestigioso de España en patología
neuroquirúrgica del, y a lo largo de sus 40 años de trabajo, ha atendido y
operado a centenares de niños con graves malformaciones cerebrales y medulares,
lo que le concede la suficiente autoridad en el tema que nos ocupa.
Sin querer entrar en polémicas
sobre la oportunidad o no de reformar la ley del aborto, quisiera hacer desde
este blog, al igual que lo hace el Dr. Esparza desde su carta, una reflexión sobre la malformaciones más grave y frecuente
de las que afectan al sistema nervioso central y que provocan un importante
sufrimiento, no solo a los niños que las padecen sino también a sus padres y
cuidadores.
La espina bífida abierta conocida
popularmente con mielomeningocele es una malformación congénita que se produce
en el feto antes del primer mes de desarrollo. Como bien explica en su carta
abierta los niños que padecen esta molestia presentan graves déficits de
movimiento en las piernas, siendo en muchos de ellos una parálisis completa.
Además presentan incontinencia completa de orina y de heces, impotencia sexual
completa y en la mitad de los casos algún tipo de déficit mental. Más del 90%
de estos niños presentaran otras malformaciones asociadas como hidrocefalia,
malformación de Chiari, deformidades en los pies y caderas, etc,
Como resultado de todas estas
deformidades que presentan, necesitaran ser sometidos a infinidad de
intervenciones quirúrgicas, que se inician con la corrección del defecto sobre
la medula espinal pero a las que siguen la implantación de una válvula para
tratar la hidrocefalia, múltiples cirugías sobre pies y caderas, etc, lo que
obliga estos pacientes a
permanecer ingresados en los hospitales largos períodos de tiempo.
Como dije inicialmente, no quiero
entrar en polémica sobre la ley del aborto, pero si quiero llamar la atención
sobre el desconocimiento de la realidad que pueden tener alguno de nuestros
políticos, qua hablan sobre temas médicos que desconocen totalmente, ignorando
también la repercusión que sobre pacientes y familiares puedan tener algunas
decisiones poco meditadas o
tomadas en base a planteamientos ideológicos.