domingo, 12 de octubre de 2014

PREMIOS NOBEL DE MEDICINA 2014



Instituto Karolinska ha otorgado este año los Premios Nobel de Medicina y Fisiología a los investigadores May-Britt y Edvard Moser, directores del Instituto de Neurociencias Kavli, en Noruega, y John O’Keefe por sus trabajos sobre la representación espacial en el cerebro. Los galardonados son los pioneros en la investigación sobre los mecanismos cerebrales para representar el espacio y el jurado ha reconocido sus hallazgos de las células que forman el sistema de posicionamiento espacial de nuestro cerebro y que nos permite saber dónde nos encontramos en cada momento o cómo llegar de un sitio a otro. En 1971, en Neoyorkino John O’Keefe descubrió el primer componente de este GPS cerebral, un tipo de célula nerviosa localizada en el hipocampo “y que está siempre activada cuando los ratones se encuentran en un cierto lugar de una habitación”. Al descubrir que al cambiar de ubicación en la sala, el cerebro de los roedores activaba otro grupo de células diferentes, O’Keefe concluyó que esta familia celular (denominadas células de lugar) componía una especie de mapa de lugar en nuestro cerebro. En el años 2005 el matrimonio noruego formado por May-Britt y su marido Edvard Moser descubriesen otro tipo de células (denominadas de red) implicadas en un posicionamiento y localización más detallado en el espacio y que nos permiten navegar a través de un entorno complejo sin desorientarnos. Aunque los estudios de los galardonados se llevaron a cabo en ratones, estudios recientes con pacientes sometidos a técnicas neuroquirúrgicas en las que se les reseca ciertas partes del hipocampos y la amígdala cerebral, han mostrado que el ser humano también dispone de esta compleja interconexión neuronal entre las células de lugar y las células de red que le permite relacionarse y moverse a través de un espacio físico.

miércoles, 14 de mayo de 2014

ESTIMULACIÓN CEREBRAL PARA RECUPERAR LA MEMORIA

La semana pasada, el diario El Mundo publicaba un reportaje sobre un ensayo clínico realizado en Alemania, mediante el cual se pretende recuperar la memoria perdida (por ejemplo en pacientes con enfermedad de Alzheimer) mediante el implante de electrodos en la profundidad del cerebro.
La noticia no es nueva y en este blog ya hemos comentado este tema hace algunos años, a raíz de los trabajos del neurocirujano canadiense, de origen español, Andrés Lozano.
En el años 2008, este neurocirujano, cuando se encontraba implantando un electrodo en el hipotálamo de un paciente con obesidad mórbida con el objetivo de aplacar su ansia por la comida, se llevó una agradable sorpresa. Durante la estimulacion del cerebro, el paciente, un varón de 50 años empezó a recordar hechos de su juventud que tenía totalmente olvidados. Pudo describir con detalles los momentos pasados con sus amigos, sus paseos románticos con su novia, y sobre todo recordaba detalles como que ropa llevaban y su colorido. Este hecho fue primera plana de toda la prensa mundial en la última semana de enero del año 2008 y empezó a sentar las bases de una posible recuperación de la memoria.
¿Está nuestra memoria almacenada en forma de proteínas en lugares ocultos de nuestro cerebro?. ¿Podremos recuperarla estimulando estos centros?. Estas preguntas que no me atrevo a contestar en este momento, serán posiblemente en un futuro cercano, interesantes líneas de investigación para todos aquellos que nos dedicamos a la estimulación cerebral profunda.